No hay atajos ni alternativas a la organización para que se extiendan la solidaridad y la confianza en los otros, ni hay atajos para frenar la proliferación del fascismo.

No hay atajos ni alternativas a la organización para que se extiendan la solidaridad y la confianza en los otros, ni hay atajos para frenar la proliferación del fascismo.
El racismo es una solución posible al problema de garantizar la gobernabilidad de la sociedad ante el recrudecimiento de la crisis geopolítica, económica y climática que tensionará toda Europa durante las próximas décadas