Del modo en el que se entiende el consentimiento se destila un peligro muy específico: el del despliegue de una cultura punitivista justificada desde algunos postulados feministas –no alineados necesariamente con una corriente específica—.

Del modo en el que se entiende el consentimiento se destila un peligro muy específico: el del despliegue de una cultura punitivista justificada desde algunos postulados feministas –no alineados necesariamente con una corriente específica—.